La apertura
La apertura es, como su propio nombre indica, una medida de cuánto se abre el diafragma de un objetivo. Parece una obviedad, pero es una de las dos variables principales a tener en cuenta a la hora de conseguir una exposición correcta.
La medida de la apertura se da de forma numérica utilizando los llamados pasos de apertura, o números f, de manera, que a un número mayor, corresponde una apertura menor. Por tanto, un número pequeño, como f/2 corresponde a una apertura del diafragma muy grande, y un número grande, como f/22, a una apertura muy pequeña.
En primer lugar, es evidente que a mayor apertura (números f bajos, por tanto), más luz llegará a la película o al sensor digital, y a menor apertura, y por tanto a mayor número f, la cantidad de luz que llegue a al sensor o a la película será menor.
Por eso, impresionar una película con la cantidad correcta de luz es una tarea que requiere de la combinación de dos variables, apertura, y velocidad de obturación, ya que si la apertura es menor, hará falta dejar abierta más tiempo la cortinilla para que llegue la misma luz que con una apertura mayor.
¿Pero, entonces, porqué es tan complicado? ¿Porqué hay que tener en cuenta dos cosas? ¿No sería más sencillo simplemente abrir el diafragma más o menos tiempo, dependiendo de las condiciones de luz?. Desde luego, sería más sencillo, pero se perdería el poder creativo que da el manejo de las dos variables conjuntamente (apertura y velocidad de obturación).
Poder creativo... ¿cómo?. En el caso de la apertura, es muy sencillo. ¿Has visto algún retrato hecho por un fotógrafo profesional?. Lo más probable es que el sujeto del retrato esté perfectamente enfocado mientras que el fondo esté desenfocado, de forma que el protagonista del retrato destaca claramente sobre el fondo. Sin embargo, en una fotografía de un paisaje, todo aparece enfocado, desde el primer plano, hasta las montañas del fondo.
Esa longitud, en realidad profundidad, de la zona enfocada es lo que se llama profundidad de campo. En el caso del retrato, la profundidad de campo es pequeña (hay una zona perfectamente enfocada, pero por delante y por detrás de esa zona estátodo desenfocado). Sin embargo, en el caso del paisaje, la profundidad de campo es muy grande, ya que abarca tanto a los objetos que se encuentran en primer plano, como a los que están en el fondo de la imagen.
¿Y qué tiene eso que ver con la apertura?. Pues que a mayor apertura de la lente (menor número f la profundidad de campo es menor. Dicho de otra forma, si se quiere sacar el fondo desenfocado, hay que abrir el diafragma lo más posible. Sin embargo, si se quiere hacer una fotografía de un paisaje, es conveniente cerrar el objetivo lo más posible.
Esta fotografía se hizo con una gran apertura (f/1.8), por lo que la profundidad de campo es muy pequeña.
Sin embargo, esta otra fotografía se hizo con menor apertura (f/16) por lo que están enfocados, tanto el primer plano (los árboles), como el fondo de la imagen (el edificio)
Las dos fotografías se hicieron con la misma cámara y el mismo objetivo